La problemática de los ciclos

Por Vicente Núñez *

«Cuando ocurre un accidente, lo primero que se juzga es a quien cometió el error, y está bien. Luego de esto puede existir una demanda si no se da a la fuga, un acuerdo entre las partes, etc. Pero todo queda ahí, no existe un cambio real para que no sigan ocurriendo estos lamentables desenlaces.»

Transitar por las calles se ha convertido en un acto peligroso, da igual si vas a pie, bicicleta, transporte público, auto, etc. Te expones a asaltos, portonazos, atropellos, choques y en especial, al actuar delictual de carabineros.

Recientemente se han levantado distintas campañas inoperantes, ineficientes e irreales desde el ministerio de transporte y CONASET como, por ejemplo, la colocación de stickers de límites de velocidad de 50km/h, pero ¿Quién fiscaliza que se cumpla? ¿El sticker limitará la velocidad del vehículo automáticamente? ¿50km/h aseguran un buen control del vehículo? Ni siquiera se respeta los 1.5 mts de distancia, las ciclovías son usadas como estacionamiento, las líneas de detención en los semáforos prácticamente no existen, entre otras faltas de respeto y empatía por la otra vida, que no son fiscalizados ni regulados; el exceso de velocidad es responsable de gran parte de los accidentes con resultados fatales.

Otro acto reciente fue el de la “reapertura” de la ciclorecreovía en Av. Andrés Bello en la RM. En esto existen dos problemas principales: el primero es cómo creerles y transitar de manera segura por allí, si existe un completo abandono de Mapocho Pedaleable; y el segundo, es que para las autoridades y gran parte de los choferes de vehículos motorizados, el uso de los ciclos lo ven solo como de forma recreativa, toda vez que gran parte los utilizamos son para trabajar, transportarnos o realizar actividades del diario vivir. 

La pobre o nula mantención de las ciclovías, la inexistencia de conexión entre las ciclovías, la diversidad de construcción de las ciclovías, entre otras problemáticas, nos lleva a que como ciclistas estemos obligados a usar otras rutas o realizar maniobras que pongan en riesgo nuestra vida y la del resto.

Es real que la falta de convivencia vial se da tanto por los conductores de los vehículos motorizados como de los conductores de los ciclos. Cuando ocurre un accidente, lo primero que se juzga es a quien cometió el error, y está bien. Luego de esto puede existir una demanda si no se da a la fuga, un acuerdo entre las partes, etc. Pero todo queda ahí, no existe un cambio real para que no sigan ocurriendo estos lamentables desenlaces.

¿Qué o quiénes son realmente responsables? ¿Qué es lo que falla? La responsabilidad real es directamente de las instituciones y del nulo cumplimiento del aparataje estatal, donde existe una pobre fiscalización tanto hacia la velocidad del vehículo y su correcta circulación, como hacia el uso de los ciclos. Y falla el sistema en hacernos pagar seguros de salud carísimos para poder andar por la calle y tener una pequeña seguridad de que si nos pasa algo seremos atendidos; falla el no brindar una educación vial desde la colegiatura; falla el seguir utilizando vehículos motorizados en el transporte en la ciudad, contribuyendo a la contaminación ambiental, a accidentes graves, entre otros.

Invito cordialmente a toda autoridad (y a quien lo desee) a subirse a un ciclo y utilizar las vías que tenemos disponibles tan solo un día, y que realicen el recorrido que diariamente hacen; tan solo un día, que les tomará unas cuantas horas para darse cuenta de la realidad que vivimos a diario ciclistas, patinadores, skaters, scooters, entre otros, que utilizamos este medio para transportarnos y realizarnos.

*Vicente Núñez es candidato a concejal en la comuna de Cerrillos y miembro del Movimiento Somos.

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