Columna informativa de Somos Poder Estudiantil
Sandai es un orangután que nació en 1993, vivió 10 años en cautiverio en Colonia, Alemania. Desde allí fue capturado para ser trasladado al Zoológico “La Palmyre” en Francia, lugar en donde intentaron cruzarlo con una orangután hembra, pero tras años sin resultados, de intentos fallidos para que se cruzara fue reubicado en otros zoológicos hasta llegar al Parque Zoológico “Buin Zoo”.
Su llegada se enmarcó dentro del denominado “Programa de Cría y Manejo para la Conservación del Orangután de la Asociación Europea de Zoológicos” (EAZA), cuyo fin es “sensibilizar” a la población sobre la desaparición de su especie. Este programa ya ha “reubicado” a más de 300 orangutanes en zoológicos de todo el mundo.
Sin embargo, este programa no pretende “conservar” a los orangutanes en su hábitat natural, sino que exhibirlo en zoológicos, con el fin de “educar” (y “entretener”) a costa de su libertad.
La Fundación Justicia Interespecie interpuso un habeas corpus en favor de Sandai, buscando reconocer que el orangután es una persona no humana, cuyos derechos básicos han visto vulnerados por la privación de libertad en la que se ha mantenido en el zoológico. Pero la Corte de San Miguel no ha admitido a trámite el recurso de amparo.
Sandai ya cumple 39 años, y desde los 10 ha estado sola y prisionera. Hoy se sigue buscando que se traslade a un Santuario de Grandes Primates ubicado en Brasil, donde podrá compartir con otros animales de su especie y lograr una vida digna.