Romualdito: La Historia Detrás de una Animitas Milagrosa en Estación Central

En un rincón de la comuna de Estación Central, en la intersección de la calle San Francisco de Borja y la Alameda Bernardo O’Higgins, se encuentra una de las animitas más conocidas y veneradas de la ciudad de Santiago: la animita de Romualdito. Ubicada junto a los restos de un viejo muro cercano a la Estación Central, esta animita ha sido un lugar de devoción popular por décadas, conocida por su reputación de «milagrosa», aunque pocos conocen la verdadera historia detrás de este símbolo de fe.

Romualdito: Mito y Realidad

La historia de Romualdito, aunque envuelta en misterio y contradicciones, ha capturado la imaginación de los habitantes de Santiago por más de 80 años. Aunque no existe una versión definitiva sobre su origen, varios relatos apuntan a que Romualdo fue asesinado en el año 1933. Este mes de agosto, se cumplirían 80 años desde su muerte, si consideramos las versiones más coherentes de las investigaciones sobre su identidad.

Las Diferentes Versiones del Mito

Las animitas, en la tradición popular chilena, suelen estar asociadas a figuras de gran sufrimiento o inocencia, y Romualdito no es la excepción. Las versiones más difundidas sobre su vida y muerte coinciden en presentarlo como una víctima de la violencia y la injusticia.

Una de las versiones más impactantes sostiene que Romualdito fue un niño que, tras ser brutalmente violado, fue asesinado por delincuentes en las inmediaciones donde hoy se encuentra su animita. Esta versión, que resuena con la imagen de un mártir inocente, ha llevado a muchos devotos a dejar ofrendas como velas, flores, e incluso juguetes en el lugar.

Otra versión sugiere que Romualdito era un joven de 18 a 20 años con una discapacidad mental, que vivía en el sector junto a su padre enfermo. Según esta historia, mientras volvía a su hogar para cuidar a su padre, fue atacado por vagabundos que lo asesinaron a golpes y cuchilladas. Esta versión refuerza la idea de Romualdito como una figura vulnerable y desprotegida, lo que ha aumentado la devoción popular.

Una tercera versión, menos conocida y aceptada, describe a Romualdito como un joven huaso que, al llegar a Santiago, fue víctima de un robo violento que terminó con su vida. Aunque esta historia mantiene la imagen de Romualdito como víctima, no ha logrado el mismo arraigo entre sus fieles.

Finalmente, existe una versión, documentada por el folclorista Oreste Plath, que pinta a Romualdo como un peligroso maleante del sector, que fue «ajusticiado» por la policía de la época. Sin embargo, esta versión ha sido la menos aceptada por los devotos, que prefieren recordar a Romualdito como una figura inocente y bondadosa.

Un Legado que Perdura

A pesar de las diferentes versiones sobre su vida, lo que es indiscutible es el impacto que la figura de Romualdito ha tenido en la comunidad. Su animita sigue siendo un lugar de peregrinación y devoción, donde la gente viene a pedir favores y a dejar ofrendas en señal de agradecimiento. La historia de Romualdo, sea cual sea la verdadera, ha quedado grabada en la memoria colectiva, colindando entre lo sobrenatural y el folclore.

Este breve reportaje busca arrojar luz sobre el mito de Romualdito, una figura que, a pesar de los años, sigue despertando la fe y la esperanza en quienes lo visitan.

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