En 2021, durante el período de campaña, el Gobierno Regional de Santiago (GORE), junto a los consejeros regionales (CORES) que buscaban la reelección, aprobaron los fondos para el entubamiento y la construcción de un parque en el recorrido del Canal Ortuzano, que divide las comunas de Cerrillos, Maipú y Estación Central. Hasta el día de hoy, no se ha colocado un solo tubo, y el proyecto fue declarado desierto en Mercado Público.
La transformación de este canal en un parque intercomunal representa una necesidad crucial para las comunidades de Maipú, Cerrillos y Estación Central, quienes buscan recuperar un espacio que ha estado sumido en el abandono por mucho tiempo. Sin embargo, la implementación de este proyecto no solo ofrece oportunidades, sino también plantea desafíos significativos que deben ser abordados con urgencia para garantizar que su promesa de revitalización urbana no se convierta en un espejismo.
El GORE Metropolitano destinó, en una primera instancia, 7.500 millones de pesos para el inicio de las obras del Parque Ortuzano y, en 2023, adicionó 2.000 millones más para el proyecto, que se espera sea un espacio verde, eje de vida activa y un punto de encuentro para los vecinos. Este parque no solo mejorará la calidad de vida de miles de personas al ofrecerles un espacio recreativo, sino que también transformará la infraestructura de la zona, mejorando la seguridad y la conectividad.
No obstante, el camino hacia esta transformación no ha estado exento de obstáculos. La comunidad ha manifestado su preocupación por el nulo avance y por los problemas de salubridad que siguen afectando los alrededores del canal. Ratas, rucos, delincuencia y basura son una realidad diaria para muchos residentes, quienes han visto pasar años de promesas incumplidas.
Además, el proceso de consulta ciudadana en torno al futuro del parque, realizado en 2019, destaca la importancia de la participación comunitaria en proyectos de esta magnitud. Sin embargo, esta consulta debe ser más que un mero trámite; debe convertirse en un verdadero espacio de diálogo, donde las voces de los vecinos sean escuchadas y consideradas en las decisiones finales. Existe un riesgo real de que este proyecto termine siendo una imposición desde arriba, sin considerar las realidades locales, lo que debe evitarse a toda costa.
El Parque Ortuzano tiene el potencial de convertirse en un modelo de regeneración urbana y en un símbolo del compromiso de las autoridades con la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin embargo, para que este proyecto sea realmente exitoso, es crucial que las autoridades mantengan una comunicación transparente y continua con la comunidad, y que se priorice la ejecución efectiva y rápida de las obras para evitar que los problemas actuales se perpetúen y que no quede como una mera promesa de campaña. Es indispensable que tanto las autoridades actuales como las futuras asuman el compromiso de hacer realidad este proyecto ya aprobado. Solo así podremos ver florecer un espacio que verdaderamente represente un cambio positivo para todos.
Cristóbal Mardones, Candidato a Consejero Regional