En un rincón de la ciudad, la animita de Romualdito sigue siendo un símbolo de fe y misterio. A 80 años de su muerte, múltiples versiones sobre su trágico final han alimentado un mito que mezcla lo sobrenatural con el folclore, convirtiendo este pequeño altar en un lugar de devoción popular y relatos inverosímiles que perduran a través del tiempo.Sigue leyendo